Frank J. Kinslow,
que predica la curación cuántica: “No hay nada de malo en relajarse y no hacer
nada”
Tengo 65 años. Nací en Pensilvania y vivo en Florida. Soy médico
quiropráctico. Me he casado dos veces y tengo tres hijos y tres nietos.
¿Política? Nada.
¿Creencias? La convicción de que despertar la conciencia es
sanador. Deja de esforzarte en hacer: obsérvate, sé consciente
VÍCTOR-M.
AMELA: Ahora todo es cuántico, ¿eh?
- Sí, lo sé, es moda. Yo hoy no bautizaría mi
método como Quantum Entrainment…
- ¿De qué va su método?
- De tomar consciencia de un
problema. La conciencia lo disuelve.
Anda ya. Ya verás: ponte en pie. En pie, ya
está. Ahora piensa en algo que te preocupe .¿Qué tipo de preocupación? Un dolor,
un patología, un conflicto … Pensado, va. Del 0 al 10, ¿hasta qué punto te
preocupa?U n… seis. Relájate. La palma de su mano roza mi espalda. No hago nada. No
hagas nada. No hacer. Ajá. Así, bien. ¿Pinza mi nuca con pulgar e índice? Tu cuerpo
oscila. Es normal, no pasa nada.… Así. Muy bien. Calma. Un par de minutos …… Ya
está. ¿Qué tal?
- Bien. Relajado.
- ¿Cuánto te pesa ahora ese problema en que has
pensado? Del 0 al 10. Tres…¡Bien! Lo has relativizado a la mitad que hace un
rato. No tienes que hacer nada más.¿Ya está? Durante un par de días, la sanación
continuará. El problema irá disolviéndose.
¿Por qué debería? Difícil creerle…
-Has
tomado conciencia, y ahora ella se ocupa. Así funciona. Esforzarte en hacer no
funciona. Se trata de no hacer: eso descubrí.
- ¿Cómo lo descubrió?
- A los 61 años
perdí el trabajo, perdí la casa, me divorcié, tuve que trasladar mi consulta,
me comían las deudas… Y comencé a angustiarme muchísimo.
- Hombre, es normal.
- No,
porque yo venía practicando meditación trascendental ¡dos horas y media cada
día durante los últimos 35 años!
- ¿Ah, sí?
- Vivía en Japón, y a los diez años me iniciaron
grandes maestros japoneses. Así entrenado, se suponía que gozaba de una mente
calma y desapegada de lo material… ¡y me descubrí aterrorizado por la falta de
dinero! ¡Tenía mucho miedo! Así que algo fallaba.
- Y qué hizo?
- Dejar de
esforzarme en buscar soluciones: me limité a observarme, a observar mis
sentimientos, mi miedo…
- ¿Y qué pasó?
- ¡Que mi miedo se disipó! Y una gran paz lo
reemplazó. ¿Conclusión? Silencio. Conciencia. Inactividad. ¡No hay nada de malo
en relajarse y no hacer nada! Así, con la mera conciencia, se sanan conflictos
emocionales. Y, de paso, fisiológicos.
- Mi conciencia no es tan poderosa.
- Sí lo
es. ¡La paz está ahí! La tienes en ti, pero lo has olvidado. ¡Deja de hacer,
deja de esforzarte, y permite que aflore esa paz! Brillará como una joya luminosa.
- Muy
bien, que aflore. Y luego, ¿qué?
- Te sanarás desde lo más profundo, disolverás
dolencias psíquicas y físicas. Tu conciencia solventará esos males en poco
tiempo.
- ¿Qué entiende usted por conciencia?
- Si la mente fuese una bombilla, la
conciencia sería la electricidad que la ilumina. Sin conciencia, no existe
nada. La luz es la paz.
- ¿Dónde está la conciencia?
- La conciencia pura es informe
e ilimitada. Es fuente de toda la energía y la materia.
- ¿Sí?
- Orden y forma
generan las ondas (“cuerdas”), que al cruzarse generan partículas subatómicas,
que al combinarse forman átomos, que al unirse crean moléculas, que a su vez
componen sustancias, objetos…
-¿Puedo acceder a esa conciencia pura?
-Siéntate
cómodo. Cierra los ojos. Sigue el fluir de tus pensamientos. Tras unos
segundos, pregúntate: “¿Por dónde llegará mi próximo pensamiento?”.
-¿Y?
-Vuelve a
hacerlo y observa: ¿detectas una pequeña pausa entre tu pregunta y el
pensamiento siguiente? ¿Y entre un pensamiento y otro? Está atento y
descubrirás ese intervalo: ¡ese intervalo es… conciencia pura!
-Ya.
-Si repites
este ejercicio unos minutos – puedes preguntarte: “¿A qué olerá mi próximo
pensamiento?”, “¿a qué se parecerá mi próximo pensamiento?”-,advertirás que tus
pensamientos se sosiegan, que tu cuerpo va relajándose… Y surgen
emociones.¿Qué son las emociones? Paz, alegría, gozo, ¡lo propio de la
conciencia pura!
-¿Cada cuánto aconseja este ejercicio?
-Puedes hacerlo durante un
minuto en diversos momentos del día. Es vivir la experiencia de la no
experiencia. Y si observas con regularidad ese intervalo, ¡notarás más energía,
te sentirás mejor!
-¿Algo tan sencillo resulta tan sanador?
-He visto a personas
que en su lecho de muerte me han dicho: “¡Gracias por salvar mi vida!”. Perder
el miedo es sanar la vida.
-Este método suyo se parece a venta de humo, a un
crecepelo de la nada.
-La técnica no es nada: importa la conciencia. Córtate las
uñas sin conciencia… y harás un destrozo. Sé consciente de la conciencia pura:
irás más allá del cuerpo y la mente… y todo lo que sucederá será para bien.
Conciencia pura“Si
puedes pensar en algo…, ¡es que puedes arreglarlo!”, me resume Kinslow. Lo
arreglará la “conciencia pura” – eso que queda tras eludir pensamientos y
emociones-,guiada por la intención: según este principio, puedes visualizar tu
tobillo lesionado como ya curado… y tenderá a sanar, afirma Kinslow. El
entrelazamiento cuántico – un principio confirmado por la física de partículas
subatómicas-sería el referente científico bajo el que presenta este método
(Quantum Entrainment) el doctor Kinslow. Lo explica con tanta simplicidad que
casi da risa: “No te pido que cambies tus creencias, sólo que pruebes”, y me
invita a leer La curación cuántica y El secreto de la vida cuántica (Sirio).
Fuente:
La vanguardia